LOS PRONOSTICOS, ¿ACIERTAN?
HISTORIA DE TRASILO
Dícese que un emperador de Roma (parece ser que fue el loco Nerón) reunió un día a varios astrólogos y les preguntó a cada uno de ellos: "¿Cuál será la hora y la causa de tu muerte?" a lo que uno respondió "He de morir dentro de veinte años a causa de la gota" y el emperador mandó degollarlo de inmediato; la misma pregunta hecha a un segundo astrólogo tuvo por respuesta "Moriré durante un viaje al extranjero" y el tirano mandó que lo arrojaran al Tiber atado a una piedra; la respuesta a la tercera pregunta fue "Viviré muchos años y mi muerte será dulce" y el déspota mandó que emparedaran al interpelado, y así varios más hasta que interrogó a Trásilo, viejo y sabio astrólogo, quien le respondió "Moriré el día antes que vos y de la misma causa".
Ante tal respuesta al hombre que se creía dios no se le ocurrió ninguna acción para contradecirlo y burlarse de él, no sólo no mandó quitarle la vida sino que lo colmó de regalos y ordenó a su guardia que velara permanentemente por él.
Esta historia, quizá cierta pero posiblemente falsa, expresa la locura de alguien quien no creía en las estrellas y pensaba ser un dios superior a todos los conocidos, pues podía mandar sobre los celestiales planetas; su voluntad era superior a todo destino escrito o bien todos los astrólogos eran unos memos, pues no habían acertado ni siquiera los pronósticos sobre su propia muerte. No sabemos si el emperador pretendía burlarse de los vaticinios para demostrar su poder -si la historia es cierta- o si el autor que la inventó posteriormente pretendía ridiculizar la creencia de las gentes de la Antigüedad en oráculos y astrólogos.
Bien, este cuento tiene múltiples lecturas:
1ª) Los planetas no tienen ninguna influencia sobre nada y todos los astrólogos son ilusos que timan a otros ingenuos, puesto que ninguno de ellos acertó.
2ª) Puede ser que la ciencia sea cierta pero sus practicantes eran unos pésimos profesionales; en principio esta hipótesis parece menos probable, por lo que así y todo los astrólogos no merecen confianza.
3ª) Vete a saber cuál es la verdad, pero en ciertas circunstancias es mejor tener la boca cerrada.
4ª) El emperador es el más alto dios que existe, pues el tiene poder para hacer y deshacer los destinos humanos. Exista o no exista influjo astral siempre hay uno que manda.
Pero la nota discordante está en Trásilo, según nos cuenta la historia él tampoco acertó, pues el rey fue asesinado poco después y él le sobrevivió bastantes años. Trásilo era un buen astrólogo y sabía cual era la fecha de su muerte (si todo descurría con normalidad), pues como todo astrólogo dice LOS ASTROS INCLINAN PERO NO DETERMINAN, y él sabía que los astros lo inclinaban a llegar a la vejez, pero si Alguien Superior (o que cree serlo: el César) determina lo contrario entonces no puede saberse qué es lo que va a ocurrir, el hombre ya no tiene responsabilidad sobre su vida.
Y como dice el refrán "Más sabe el diablo por viejo que por diablo", Trásilo, sabio y astuto, encontró una respuesta ingeniosa que desarmó las crueles intenciones del tirano. El viene a decir "Bueno, si así lo quieres tú que así sea, pero lo que es bueno para mí también es bueno para tí, si tú anuncias mi muerte yo anuncio la tuya".
Para los modernos suspicaces y escépticos esta historia les dará más argumentos aún de que los astrólogos no sacan sus pronósticos de ninguna parte -pues no hay nada que se pueda deducir de las posiciones de los planetas-, y que todo es puro rollo que se inventan para satisfacer las ambiciones y deseos de sus clientes. Para ellos, todos los astrólogos son unos ilusos, memos, charlatanes e ignorantes, menos Trásilo que es todo lo mismo más un embustero. No sólo no acierta sino que miente descaradamente para salvar la piel; si él creía que viviría hasta casi los noventa años, tal como ocurrió, no dijo la verdad tal como era su deber responder al Cesar.
Trásilo es un mistificador -malpensarán los suspicaces-, y quizá por un buen puñado de monedas de oro hubiera pronosticado que el emperador viviría muchos años y en verdad era inmortal como los mismos dioses.
Pero, en fin, cada cual con su "verdad", el escéptico tiene la suya y Trásilo, hombre experimentado e inteligente, que conoce al emperador y sabe de su vanagloria, pero también de su poder despótico, hace un acto de fe y dice "si tú eres capaz de perturbar el eterno movimento de los planetas como para modificar mi destino, borrar lo que está escrito y que se produzca mi muerte en este momento, sea tu muerte también antes de lo que esperas".
El sabe que el mundo es orden y si el caos se apodera de él ya no hay ninguna fuerza humana ni divina que pueda contrarrestarlo. Trásilo sabe que vivirá más años todavía y en su fe se inspira su respuesta. El viejo sabio hace una contrapropuesta al caos y en cierta forma le dice a César "Tu caos puede acortar mi vida, pero con mi caos, es decir con mi pronóstico erróneo, yo te propongo alargar tu vida".
Entonces ¿por qué no vivió más tiempo el déspota?, pues porque uno era Astrólogo y el otro un simple Emperador, uno conocía sus astros y el otro no. Y los dos murieron cuando las estrellas lo indicaban. ¿Y los otros? Es de suponer que no eran muy minuciosos en sus análisis, demasiado engreídos por querer demostrar sus conocimientos ante quien podía disponer de sus vidas, o quizá soberbiamente ciegos en su determinismo astral.
La Astrología es una ciencia y la ciencia sólo se expresa en libertad, no bajo coacción. Adolf Hitler usaba los vaticinios de los astrólogos para conducir la guerra hacia la conquista de Europa y reunió a un buen puñado de ellos, a los que al final mandó a un campo de concentración pues los pronósticos que le enviaban tímidamente daban a entender que no sería tan fácil ni rápido ganar la guerra. Otros varios no se atrevieron a afrontar la iras del moderno Tirano y prefiereron "fabricarle" horoscopos halagadores y triunfalistas.
Y a medida que la contienda avanzaba y aumentaban las dificultades, el Führer, desoyendo todos los avisos del cielo, creyéndose más poderoso que los planetas, ilumidado por el alto destino a que creía estar llamado, tal como un dios o tal como el César de la historia anterior, condenó a muerte a sus astrólogos.
Si a principios de los años cuarenta hubiera existido otro Trásilo en Alemania, quien sabe cómo habría discurrido la Historia.
PRONOSTICOS ACERTADOS Y ERRONEOS
Se podrían poner muchos ejemplos, propuestos por los adversarios a la Astrología, que sirven para corroborar que no existe ninguna influencia astral sobre la vida humana; es más dichos detractores piensan que si hubiera un pronóstico acertado eso se debería a la pura y simple casualidad. Pero así y todo no se dan cuenta de que hay demasiados "aciertos" para que sea posible atribuirlo al azar.
Algunos suponen que los llamados astrólogos poseen algún poder superior, alguna especie de adivinación, para anticipar lo que va a suceder. Para algunos astrónomos es más fácil aceptar cuanquier tipo de videncia o magia antes de admitir que sus queridos e inertes cuerpos celestiales puedan ejercer alguna influencia sobre los humanos. Prefieren creer que los maravillosos astros están en el firmamento como una especie de decoración caprichosa, aleatoria y silenciosa, para ellos cualquier cosa es mejor que admitir que en las estrellas está escrita la vida de cada ser humano, también la de los descreídos.
Sería fácil poner varios ejemplos de pronósticos acertados, pero suena un poco a hueco explicar lo que ya ha pasado, es poco convincente para los escépticos. En cuanto a los pronósticos erróneos sería necesario dilucidar entre pronósticos de astrólogos y chorradas de algunos payasos. En segundo lugar, al pronosticar sobre una persona concreta debe tenerse un mínimo de garantías de que dicha persona realmente haya nacido en la hora dicha, en algunas fatales ocasiones este error conduce a pronósticos totalmente falsos.
Pero en el universo existe un orden y un ritmo, y de allí se deduce un significado; es leyendo el significado que podemos entender lo que los propios planetas nos dicen. El lenguaje astral es infalible y eterno, de ahí viene la expresión "escrito está en el Cielo con letras de Fuego" que usaban los profetas de la Biblia para indicar algo que inexorablemente ha de cumplirse, pues está escrito en las estrellas desde que empezaron a existir.
La dificultad estriba en saber leer, entender en mundo desde cero, superar la montaña de prejuicios culturales o pseudo-religiosos que se han ido amontonando a la largo de los siglos hasta formar tan gran barrera que impide entender porqué, y cómo, los planetas influyen en el transcurrir humano sobre la Tierra. La excesiva dogmatización en el pasado y la trivialización en el momento presente de la Astrología han convertido a este Arte en una especie de magia, hipnosis o espectáculo extraño que asoma tímidamente la cabeza en los medios de expresión, cuando como ciencia que es, debería estar en primera fila como sus hermanas.
Esto parece el cuento de la Cenicienta, y quizá lo sea, algún día le llegará la presentación al público moderno, con todo su merecido esplandor.
Era totalmente previsible el hundimiento de la Unión Soviética, desde el punto de vista astrológico. En la carta astral de la proclamación de la república de los soviets ya se encuentra la posibilidad del fracaso final, debido a la propia violencia que provocó dicha revolución, hasta que el tránsito de Plutón sobre el Sol natal de dicha Unión indujo a un cambio drástico para poder continuar adelante. El lema "renovarse o morir" fue planteado de forma muy drástica pero no fue solucionado de forma valiente y eficaz; ante unas pequeñas reformas el deseo de cambio que se exigía no fueron suficientes, y esto produjo la muerte de dicho organismo, desmembración, anarquía y disolución final: Y tardarán todavía unos cuantos años en poder restablecer aquellos países un modo de vida nuevo. Cuando eran necesarios unos cambios no fueron afectuados de la manera radical tal como exigían las circunstancias; tanta corrupción acumulada, escondida, tanta falsedad ideológica, tanta opresión acumulada ya no tenía cabida en aquel país. El mensaje de Plutón, removarse, no fue entendido en toda su profundidad y solamente se produjeron pequeñas reformas, a modo de maquillaje, pero no una regeneración. Ante lo cual, el peso de las circunstancias y todo el dolor, violencia y sufrimiento, causaron su ruina.
El resultado de la operación militar aliada contra Irak está bien claro si se lee en las estrellas. La "Madre de Todas las Batallas", idea paranoica de un fanfarrón, no podía conducir nada más que a una gran e ignominiosa derrota. El tirano de Bagdad prefirió martirizar a su pueblo antes que dar su brazo a torcer. Sadam Hussein, como Tauro que es, quizó hacer un gran negocio apoderándose del petróleo de sus vecinos, ante lo cual otros negociantes protestaron enérgicamente, pero como Tauro es un signo Fijo difícilmente cambia de idea, y a pesar de todas las advertencias y amenzas, incluso viendo que lo tenía muy mal, no quiso apartarse de su decisión, cambiar (algo que aborrecen los signos fjos), reconducir sus negocios por otros rumbos. Pero su intransigencia, su fanatismo, su torpeza y su ambición megalomaníaca le impulsaron a afrontar la lluvia de fuego que se le vino encima. La historia militar no registra una guerra con un resultado tan desigual, si bien la relación de fuerzas era muy desequilibrada el que pretendía ser un héroe quedó como un villano.